Entradas

Mostrando las entradas de septiembre, 2025

Fran

  Una vez con Francisco caminamos dentro de una farmacia de Buenos Aires. Yo buscaba cosas femeninas y él buscaba nada mirando en las góndolas. De pronto, me entró una felicidad tan profunda porque sabía que al final del pasillo, al doblar estaría él. Francisco era todo lo que yo podía amar y tan solo con verlo doblando el pasillo yo era profundamente feliz. Él representaba esa cuota de inteligencia absurda porque no era más inteligente que yo, pero lo dejaba aparentarlo. Escribía mejor que él porque le escribía a él. El no me quería tanto, lo sabía , era yo un desdibujo cómico de una mujer de 20 años, era solo la silueta de la mujer que sería, no pensó que en algún momento sería bonita.   Me acuerdo de todas las veces que caminamos hasta cansarnos y en la ilusión estúpida que tenía de que me amara como yo lo amaba. Me gustaría volver a alguna escena de nosotros y darle un beso de gato, tener mis parámetros tan en cero que todo me pareciera fantástico y gracioso. Dónde está Fr...
No sé cómo te saque de mi cabeza, debió ser un ejercicio muy complejo, una ecuación demasiado elevada porque en todo lo que me daba placer estabas tú. No podía acceder a mi propio cuerpo y si lo hacía lloraba en el proceso porque cualquier toque me recordaba a ti. Como me gustaste tanto, no me lo explico muy bien aún 
  Bañé tu pene de sangre y me dijiste que no te importaba. Me penetraste tan profundamente que me hiciste sufrir, yo me quejaba por tus embestidas mientras venía con los ojos entrecerrados tu figura. Puedo recordarla y sentir como mi sangre tibia te chorreaba el cuerpo. Era sangre, amor, placer, mi luna cayendo por la mitad de tu noche, ese revoltijo de escenas me hacía dudar de quien eras, eras alguien a quien podía querer? Era eso algo parecido al amor ? Porque yo estaba tan tibia y tú me penetrabas así, sin ninguna barrera mientras me deshacía sobre ti. Tienes mi sangre marcada en los ojos, puedo mirar a través de ellos y ahí estoy. Quien te puede quitar todo el rojo que te vertí? Ni con el agua del mar, ni con la nieve de las montañas.  Bañé tu pene con mi sangre tantas noches