Él
Me imagino tu altura como una sombra que me sigue. Donde voy camina a mi lado y reposa junto a mi, allí está, la huelo, es vainilla y café. No fumas, a veces bebes, pero poco y tus manos son grandes y de color terracota. Solo en mí puedes ver tantas venas, en ti se ve un color parejo y continuo como cuando miro desde arriba de Sierra Nevada la laguna y todo es del mismo color verde espejado. Tengo tantos acertijos, pero en mi sueño los resuelves todos. Me dices: Camila, ya sé por dónde empezar. Puedes manejar mi auto, revolver mi ropa, dormir en mi cama y hacerlo todo liviano, vuelves mi vida más sutil, te anticipas al lío, resuelves mis conflictos, también te ríes porque me río y tu risa hace eco en todos mis vacíos. No me cuestionas, puedo ser bonita y además fea, pero a quien le importa? A ti no. No puedo adivinar tu cara, si trato de saber cómo es, lloro, sin embargo, se me atoran las lágrimas y pienso en que falta poco para verte y lo sabré, eres tú. Algún d...